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Antes que nada el reconocimiento y el fraternal agradecimiento a los hermanos de Cayambe, que estuvieron siempre prestos a ayudaron en todo y de sobremanera en el transporte, a pesar de todos los factores que al final complicaban y ponían en riesgo el viaje, logramos realizarlo, debido a que muchos se comprometieron y al final nunca asomaron, fue imposible hacer que el bus salga de Ibarra como estaba planificado, pero, como este sentimiento es tan grande y mueve la fibra más sensible de nuestros corazones, entonces, hace que lo imposible sea fácil y lo difícil atractivo, es que esa es nuestra naturaleza, nunca rendirnos, y si alguien nos dice que no podemos, será porque ese alguien no sabe del amor de un liguista por su camiseta, 7 de la noche y avanzando, llegamos hasta Otavalo donde nos reunimos todos, listos los trapos, la murga y las naves, ahora encuentra pues un carro… nada… y el frio implacable como siempre, peor para los panas que desde acá salieron con ropa de playa, toco a camioneta, jala dedo y chupa frio, avanzamos hasta espejo donde cambiamos de camioneta, casi a las 9 llegamos a Cayambe, de a vino, puro, ron, paisa, zhumir y el buen norteño la fiesta iba empezando, más tarde y con todos ya en el bus partimos, nadie se dio cuenta y ya estábamos en Quito, de la misma manera llegamos a Santo Domingo donde compraron esas buenas puntas compuestas, que bien que estaba esa de menta, 8 de la mañana ya estábamos en Manta, a ver las entradas y a la playa, busca tu cualquier pescado para desayunar tu pipaso y a nadar, inolvidable pasar con los panas un playazo, los que no fueron de lo que se perdieron, porque lo mejor estaba por venir, tipo 11 para el estadio y con los panas de Manta avanzamos, con nuestros bombos, nuestras banderas y nuestra gente pero sobre todo sin la policía, ni un solo patrullero ni tan solo una moto, nada, así llegamos, cantando bajo la vista de los boquiabiertos, ah por ahí también nos robamos un par de camisetas amarillas que al menos de trapeador han de servir, ya en la cancha que maldito calor, esas bielas heladas parecían caídas del cielo, y como dijo el chifle en el medio tiempo, nunca me había pegado una biela tan buena, al terminarse el partido a la salida una gran sorpresa pues camisetas celestes (manta) y camisetas amarillas (copia) unidos para tratar de afanarnos algo pero como siempre corrieron….
Cualquiera hubiera pensado que nos regresábamos de una… nada… playa otra vez, esta vez mas de relax, con una avena polaca, un buen tabaco y los panas… luego si ya conformes nos regresamos, todos cansados veníamos apenas si conversando, o jalando risa con el jako hasta que de pronto por el piso paso rodando una poma completita de ese puro, ya con la energía recargada otra vez el carnaval y a la voz de viva Machachi todos se despertaron, así regresábamos, después lo del supuesto accidente que todo el mundo nos llamaba preocupados (gracias por eso), desmentido ese rumor llegamos a Quito y así hasta Tabacundo a la 1 de la madrugada creo que era, la verdad no me acuerdo bien, lo que si me acuerdo es que a esa hora seguíamos tocando la murga en la pana y que había una neblina bastante espesa, luego cogimos un carro de los que pasan a Tulcán y de a poco íbamos llegando, como el Andy dijo en este partido fuimos los que más distancia recorrimos para ver a la U, y es así, es lejasos y cansadaso pero lo bueno es que la mayoría de nosotros nunca perdimos el objetivo que era ir a ver a nuestro equipo para decirle que en las malas también vamos a estar, esas vivencias que fortalecen y motivan a seguir haciendo los tours, por ejemplo destaco el sentido de grupo que siempre mantuvimos, la preocupación de todos y si alguien faltaba o donde estaba, son cosas que más que una banda nos hace una familia, a nombre personal quiero agradecer por la confianza que me tienen, les di mi palabra que botados nunca nos íbamos a quedar, y aunque sea a pie regresábamos, pero juntos, de igual manera cuando haya que pasar hambre lo haremos, pero ya saben cómo es, o todos o ninguno… como siempre un orgullo cantar a su lado.